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UPA Andalucía reclama a la Junta la puesta en marcha de sus compromisos con el PDR y el sector ganadero


UPA Andalucía reclama a la Consejería de Agricultura la materialización de los compromisos con el Programa de Desarrollo Rural (PDR) y el sector ganadero.
El sector agrícola y el ganadero viven momentos difíciles, con varios frentes abiertos e incertidumbres. Por ello, desde UPA Andalucía, aunque valoran los esfuerzos de interlocución realizados hasta ahora por la Consejería de Agricultura, adquiriendo compromisos con diversos sectores agrarios, reivindican una vez más que se doten de presupuesto y que sean ejecutados.
Así, en el PDR de Andalucía, en lo que concierne al relevo generacional, desde UPA Andalucía remarcan que el sector agrario andaluz es un sector que está bastante envejecido y, por tanto, es primordial la incorporación de jóvenes a la actividad. Sin embargo, la escasa rentabilidad actual de las explotaciones, con crisis de precios en casi todos los sectores, unida a los elevados costes de instalación, hacen esencial el apoyo y los incentivos por parte de las distintas administraciones.
El pasado mes de junio, la Consejería de Agricultura publicaba la Resolución provisional de la convocatoria de 2018 de ayudas para la creación de empresas para jóvenes agricultores y ganaderos. En ese momento, UPA Andalucía ya trasladó al organismo andaluz su asombro y decepción al comprobar que había descartado más de 2.200 expedientes, e instó al Gobierno a que ampliara el presupuesto en 63,4 millones de euros más para que pudieran acceder todos los jóvenes demandantes que cumplen con los requisitos.
Gracias a las presiones de UPA Andalucía, la Junta anunció que el presupuesto inicial de 30 millones de euros, se ampliaba hasta los 82,2 millones, lo cual supuso una excelente noticia pues, a priori, podrían beneficiarse todos los jóvenes que cumplen los requisitos. Sin embargo, finalmente la resolución definitiva solo contempló un importe de 75 millones, quedando fuera incluso, de forma inexplicable, algunos jóvenes que en la resolución provisional tenían concedida su ayuda. No obstante, desde la organización han solicitado que, al menos, para aquellos que han sido concedidas esas ayudas, se empiecen a ejecutar lo antes posible, y que no quede todo, una vez más, en un mero anuncio.
Por otro lado, para UPA fue una excelente noticia la puesta en marcha hace un año del Registro de Titularidad Compartida de las explotaciones agrarias, el cual permite el reconocimiento jurídico y de los derechos laborales de muchas mujeres que sólo figuraban como “apoyo familiar» de las explotaciones de sus cónyuges. Sin embargo, lo cierto es que nuestra comunidad autónoma no cuenta aún ni con una treintena de incorporaciones en dicho registro. Hace falta, por tanto, concreción en las medidas por parte de la administración andaluza, sobre todo en materia fiscal y de ayudas, para impulsar la cotitularidad y hacerla atractiva y asequible para las mujeres.
Por otra parte, hay otras muchas ayudas para las que, según la organización agraria, se está haciendo una gestión deficiente. Este es el caso de las ayudas destinadas a terrenos forestales, que tienen un retraso importante. Por un lado, las subvenciones para la prevención y control de incendios forestales solo han sido convocadas un año sin que se hayan pagado y, por otro, las subvenciones para incrementar el valor medioambiental de los sistemas forestales se han convocado con unas bases técnicas que excluyen a los pequeños propietarios, y no son adecuadas para el resto.
A su vez, tanto el asesoramiento como la formación son además fundamentales para el sector agrario, sobre todo si queremos que sea competitivo y dinámico. Por esta razón, el apoyo a estas medidas debería ser primordial. En este sentido, las ayudas a la formación que prestan las Organizaciones Agrarias aún no han sido abonadas a los solicitantes y van 3 convocatorias desde 2016, y las de asesoramiento a explotaciones agrarias ni tan siquiera se han convocado una primera vez.
En otro orden de asuntos, el año meteorológico ha venido caracterizado por escasas precipitaciones, mal repartidas, y temperaturas más altas de lo habitual, que han abocado a nuestra región andaluza a una importante sequía que ha afectado de forma acuciante a muchos cultivos de secano como los cereales, el olivar y los pastos que deberían estar disponibles para el ganado. Consecuentemente, esta situación ha afectado gravemente al sector ganadero, que se ha visto obligado a aumentar sus costes de producción por los gastos derivados de tener que suplementar con piensos y forrajes inusualmente caros, y dar de beber a los animales. UPA Andalucía denunció esta situación en verano ante la Consejería, así como la necesidad de ayudar a otros sectores afectados también por la falta de agua.
El Gobierno andaluz publicó en julio una Orden con las bases reguladoras de ayudas destinadas a explotaciones ganaderas afectadas por sequía, con la que se esperaba que pusieran a disposición de los ganaderos una línea de apoyo extraordinaria. En las distintas mesas de Interlocución Agraria, la consejería hablaba de una dotación de entre 7 y 8 millones de euros para compensar a los agricultores y ganaderos afectados, pero hasta la fecha no ha sido publicada la convocatoria ni se han establecido unos fondos concretos.
En definitiva, para UPA Andalucía, todas estas propuestas y ayudas suponen grandes propósitos, los cuales considera muy positivos y necesarios para dar continuidad y fortalecer el sector agroalimentario en nuestro territorio. Pero, al igual que lo ha demandado para el sector olivarero, también para estos sectores es preciso que se doten de una vez por todas de presupuesto suficiente, medios humanos y técnicos, así como voluntad política y decisión para llevarlos a cabo de manera efectiva