Pedro Sánchez logrará prorrogar el estado de alarma hasta el 7 de junio con los votos de Cs, PNV y Coalición Canaria
El presidente del Gobierno califica su propia gestión con un «notable» y acusa al PP de haber elegido el discurso de la «ultraderecha» y «dimitir de su responsabilidad de salvar vidas»
Sánchez ha defendido este nueva prolongación del confinamiento, ya aliviado, porque «nadie tiene derecho a derrochar el esfuerzo colosal que han hecho los españoles» durante diez semanas. El líder de la oposición, Pablo Casado, ha criticado con dureza extrema la gestión del Ejecutivo, sus negociaciones con unos y otros para intentar sacar in extremis la nueva prórroga y ha vaticinado: «La legislatura penderá de un hilo».
Pese a los reproches que el Gobierno ha tenido que escuchar de prácticamente todas las formaciones políticas, la prórroga tendrá el respaldo también de Más País, Teruel Existe y el PRC.
El presidente ha asegurado que «ante una situación excepcional sólo cabía aplicar una solución excepcional» haciendo «lo que haga falta, cuando haga falta y como haga falta» para salvar vidas y doblegar la curva y se ha «seguido siempre, siempre, siempre el consejo de los expertos».
Sánchez ha presentado su gestión como ágil y eficaz frente a la magnitud del desafío sanitario, económico y social e incluso en la réplica él mismo la ha calificado con un «notable». «No nos ha traído hasta aquí la corriente sino el pueblo español unido. Nadie tiene derecho a derrochar el esfuerzo que se ha hecho», ha recalcado antes de hacer hincapié en que el estado de alarma ha sido «beneficioso» para el conjunto del país y es «el único camino posible para frenar la propagación del virus». Si no se hubiera seguido esta estrategia, ha asegurado, en España se habrían contagiado 30 millones de personas y los fallecidos habrían llegado a 300.000. «Esto no son conjeturas, son hechos», ha afirmado.
En la nueva prórroga que ahora plantea, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, será la única autoridad competente. Salen pues del mando único los titulares de Defensa, Interior y Transportes. Se intensificará en esta nueva etapa la «cogobernanza» con las CCAA que, ha asegurado Sánchez, nunca han perdido sus competencias, «nunca han perdido su corresponsabilidad en el ejercicio de sus competencias», pero ahora irán recuperando todas sus facultades.
Sánchez ha recordado que el estado de alarma es «plenamente legal». En su opinión, es «falso» que esta normativa se pueda sustituir por leyes ordinarias como proponen varios grupos del Congreso. A este tipo de propuestas las ha tachado de «amasijo» y «árbol de Navidad». No obstante, ha confirmado que a partir de ahora el Gobierno examinará y modificará las leyes sanitarias y la de Seguridad Nacional para adecuarlas a la situación que llegará tras el fin del estado de alarma.
El jefe del Ejecutivo ha asegurado que «no es todavía momento» de permitir la libre circulación, el movimiento de las personas entre territorios, la apertura sin limitaciones de comercios ni las manifestaciones sin restricciones. «Hay que desescalar con seguridad», ha dicho. «No parece sensato permitir sin límites este tipo de manifestaciones». Según él, entre el mantenimiento del estado de alarma y la devolución de facultades y competencias a las CCAA «no hay ninguna contradicción», pese a que Sanidad seguirá teniendo el «mando único».
MEDIDAS EQUIVOCADAS Y MENTIRAS
Pablo Casado ha tachado la gestión del Gobierno calificándola de «astracanada», una «tomadura de pelo» plagada de «medidas equivocadas y mentiras». «Va usted ahora como pollo sin cabeza», ha espetado al presidente.
Para el líder del PP, el balance real de los poderes extraordinarios que ha tenido el Gobierno durante las últimas diez semanas es desastroso. «La reclusión de los españoles es brutal y no puede ser una medida ilimitada. Su plan ha sido un fracaso», ha sentenciado.
«En su universo paralelo usted lo hace todo bien; la culpa es siempre del PP, de los ricos, de un virus derechista», ha reprochado Casado para quien el problema real es «la ruina» que está propiciando la estrategia de «estratificación social» alentada por la «izquierda caviar».
«La mejor manera de avanzar es hacerlo todos a la vez, no quedándonos todos parados», ha defendido. Casado ha aprovechado para condenar los escraches que sufren ahora miembros del Gobierno pero no ha dudado en recordar que para una parte del Ejecutivo, los mismos, cuando se dirigían a miembros del PP, eran «jarabe democrático».
El líder de los populares ha lamentado la «puja separatista» y el mercadeo que ha emprendido el Gobierno para poder sacar hoy adelante su nueva prórroga del estado de alarma. «La legislatura penderá de un hilo», ha vaticinado porque «usted», ha señalado, «va de victoria en victoria pírrica hasta el fracaso final».
El líder del PP ha defendido poner ya fin al estado de alarma y sustituirlo por la aplicación de medidas derivadas de la legislación ordinaria como, ha recalcado, hacen ya los principales países europeos. Y ha citado a Francia, Italia y Alemania. Y ha finalizado su intervención asegurando: «El Estado no es usted por mucho que su aparato de propaganda le presente como el Rey Sol». «Su gestión es un erial y la Historia no le absolverá».
En la réplica, Sánchez le ha acusado de aliarse con la ultraderecha y «dimitir de su responsabilidad de Estado y de salvar vidas de españoles».
GOBIERNO CULPABLE
Santiago Abascal, líder de Vox, ha arremetido contra Sánchez y el Gobierno, en su opinión, «culpable» de la muerte de «miles de compatriotas». Abascal ha acusado al presidente de buscar sólo mantenerse en el poder «con quien sea y a costa de lo que sea» y ha puesto como ejemplo sus negociaciones con las fuerzas independentistas para intentar sacar adelante la quinta prórroga del estado de alarma que, según él, es ya un «estado de excepción».
El dirigente de Vox ha acusado al Gobierno de hacer «matonismo político», amenazando a los ancianos y a los afectados por los ERTE con no mantener las medidas que les benefician si la Cámara no daba el visto bueno a las prórrogas sucesivas del estado de alarma.
El líder de Vox también ha tenido reproches para Ciudadanos, al que acusa de «haberse puesto del lado de la banda de Sánchez» apoyando su «estado de excepción ilegal» y su plan para «arruinar a los españoles» y ha pronosticado que las protestas de los españoles «se extenderán por toda España». Vox, como el PP, votará en contra de la quinta prórroga del estado de alarma.
Sánchez ha lamentado que Vox «represente a una España muy pequeñita vinculada con el discurso del odio» y la dictadura.
ALEGATO CONTRA MADRID
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha asegurado que «ya se ve la luz al final de túnel» gracias al esfuerzo de los ciudadanos y a las medidas del Gobierno que, en su opinión, han sido eficaces y rápidas. «Estamos mal, pero menos mal que estamos y que no están ustedes», ha dicho dirigiéndose a Pablo Casado.
Echenique ha afirmado que el líder del PP tiene como «modelo y ejemplo a Isabel Díaz Ayuso«, presidenta de la Comunidad de Madrid, una dirigente que, en su opinión, «sólo dice una barbaridad tras otra». El portavoz de Unidas Podemos ha dedicado toda su intervención a arremeter contra Madrid. «Si la quitamos del cómputo», ha dicho, «los datos de contagiados y fallecidos de España mejoran mucho».
Con Casado en el Gobierno, ha asegurado Echenique, «tendríamos decenas de miles de muertos más». «Hoy va a votar usted a favor del contagio masivo y el rebrote seguro de la enfermedad al grito de libertad», ha sentenciado en medio de las protestas de la bancada del PP.
El presidente del Gobierno ha asegurado compartir plenamente el discurso del portavoz de Unidas Podemos.
La portavoz socialista, Adriana Lastra, también se ha sumado a Echenique en sus críticas a la Comunidad de Madrid. Su intervención ha dado lugar al momento más tenso del debate entre ella y el diputado del PP, José Ignacio Echániz, al que ha acusado de «amenazarla».
FIN DEL ESPÍRITU DE LA INVESTIDURA
Gabriel Rufián, portavoz de ERC, ha abierto su intervención recordando a Julio Anguita: «Los principios no se negocian». Rufián ha asegurado que hoy el Gobierno «se ha llevado por delante el espíritu de la investidura» que, ha dicho, «era el dique del fascismo». «Les están dando boletos a la extrema derecha», ha advertido antes de señalar a la líder de Cs, Inés Arrimadas, de la que ha dicho «no es la señora Merkel, es Cospedal«.
A Rufián la prórroga del estado de alarma le parece «centralizadora». Ha acusado al Gobierno de «jugar al chantaje» y «eso», ha asegurado, «un día se acaba».
ERC votó en contra de la última prórroga del estado de alarma y ha constatado la decisión del Sánchez de «haber escogido a la derecha». «Queríamos suscribir un acuerdo político con el Gobierno para hoy y para mañana porque no se puede vivir con pactos para 15 días, pero nos dijeron que no», ha recalcado Rufián. En su opinión, el estado de alarma «es lesivo para los derechos y libertades». «¿Para qué votarles un estado de alarma que sólo es una jaula para la gente?», ha dicho antes de advertir a Unidas Podemos de los perjuicios que tendrá que afrontar si sigue de la mano de un PSOE que estará, en su opinión, dispuesto a rendirse a la derecha.
COGOBERNANZA FRENTE A MANDO ÚNICO
JxCat, por boca de su portavoz Laura Borràs, ha lamentado la «confusión» que genera el Gobierno con su «márketing» y su «propaganda». Borràs considera un «oxímoron en toda regla» hablar de cogobernanza al mismo tiempo que mantiene un mando único.
En su opinión, el Estado autonómico ha retrocedido a etapas preestatutarias. JxCat ha anunciado el voto en contra de la prórroga de sus ocho diputados. Esta formación rechaza también de plano el pacto de Sánchez con Arrimadas, no en vano Ciudadanos es su bestia negra en Cataluña.
CUIDAR A LOS ALIADOS
Más País, que votará a favor de la prórroga, ha criticado también al Gobierno por no saber «cuidar a los aliados». Íñigo Errejón ha advertido a Sánchez de que hoy la prórroga del estado de alarma saldrá adelante gracias a sus dos votos porque las fuerzas que apoyaron la investidura se están disgregando y sin ellas, el Ejecutivo de coalición «no llegará muy lejos». Errejón ha dibujado un escenario social en blanco y negro: el de los ricos y el de los pobres, «el de los señoritos que venden la patria y el del pueblo que la defiende con sangre».
Joan Baldoví, de Compromís, votará por primera vez contra la petición del Gobierno y lo hará porque Sánchez «ya no ayuda a quienes le permitieron sentarse en el banco azul» y «prefiere a la derecha». «Esta vez votaremos rotundamente ‘no’ porque el Gobierno ha faltado al respeto del pueblo valenciano», ha anunciado.
Néstor Rego, portavoz del BNG, ha confirmado su abstención por estar convencido de que «otro estado de alarma es posible». En su opinión la devolución de competencias que empieza a verse en la desescalada «va en la buena dirección pero no es suficiente».
SOLUCIONES PARA LA GENTE
Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos, ha defendido la decisión de su grupo de votar a favor de la nueva prórroga del estado de alarma tras haber negociado con el Gobierno «en busca de soluciones para la gente». Eso es, en su opinión, «estar a la altura». «¿Qué más hace falta para que todos ustedes abandonen la vieja política del ‘y tú más’?», ha dicho.
Bal ha recordado los «errores» y los «abusos» del Gobierno pero ha insistido en que lo que toca es «votar con responsabilidad» para no retroceder frente al virus. Y ha avisado a Sánchez de que el voto a favor de sus diez diputados no lo es en apoyo al Gobierno sino en defensa del interés de los españoles.
El portavoz de Cs ha urgido a «tomar decisiones con la cabeza, no con las tripas» y dejar de lado la búsqueda del «rédito electoral».
EL NACIONALISMO VASCO, A FAVOR
Aitor Esteban, del PNV, se ha congratulado de que el estado de alarma haya ido avanzando de acuerdo con las propuestas de su partido que, de hecho, ha conseguido para Euskadi una desescalada a la carta. En consecuencia, los seis votos de los nacionalistas vascos serán a favor de la nueva prórroga y con ellos el Ejecutivo conseguirá sacar adelante su propuesta.
Esteban, no obstante, ha discrepado de la intención del Gobierno de promover modificaciones en las leyes sanitarias para facilitar y mejorar la coordinación entre Administraciones cuando decaiga el estado de alarma. En su opinión, el sistema actual funciona y no es conveniente correr riesgos de «centralización».