Asaja pide al Gobierno compensar a los ganaderos por los daños en la montanera tras las tormentas
La organización agraria destaca que actualmente no hay posibilidad de que los ganaderos puedan realizar ningún seguro para hacer frente a los daños ocasionados por el pedrisco en la bellota
La tormenta causa destrozos en el campo en el norte de la provincia
El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha pedido al ministro de Agricultura, Luis Planas, medidas compensatorias para los ganaderos de la provincia que han sido afectados por la tormenta del pasado martes y que «ocasionó grandes daños para la próxima cosecha de la montanera».
Fernández de Mesa ha explicado que «actualmente no existe posibilidad de que los ganaderos puedan realizar ningún seguro para hacer frente a los daños ocasionados por el pedrisco en la bellota».
De hecho, el único seguro para superficies forestales que existe es el de incendios forestales, en concreto la línea 319 del Plan Anual de Seguros Agrarios, y que «solo cubre los daños ocasionados por incendio, inundaciones o nieve, considerando exclusivamente el tronchado de árboles y ramas por acumulación de nieve, no cubriéndose en ningún caso el pedrisco», ha indicado.
Por ello, debido a los daños sufridos en la dehesa y la bellota de la provincia de Córdoba, Asaja solicita al Ministerio de Agricultura «ayudas directas para los ganaderos, teniendo en cuenta que no existe ningún tipo de cobertura por parte de dicha administración, ni de Agroseguro».
Cabe recordar que la zona norte de la provincia fue una de las grandes perjudicadas por la tormenta al haber ocasionado grandes destrozos en la producción, infraestructuras agroganaderas e incluso la pérdida de animales a consecuencia del fuerte pedrisco que cayó durante la tarde de martes.
De este modo, por ejemplo, en el entorno de los municipios de Pedroche y Villanueva de Córdoba, «la tormenta ocasionó graves daños provocando la pérdida total de la cosecha de la montanera en algunas fincas, donde todo el ramaje cayó al suelo».
También, los ganaderos han tenido que lamentar daños con la pérdida de piezas de ganado, así como daños materiales al sufrir, incluso, perforaciones en el tejado de las naves.