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Un grupo de expertos destaca el potencial de la viticultura en Los Pedroches

En una jornada se ha presentado el primer vino de uva tinta de una variedad recuperada en la zona

Los expertos que han participado en la Jornada de Viticultura de Los Pedroches, organizadas por la Asociación Adroches con el apoyo del Instituto Provincial de Desarrollo Económico (Iprodeco) de la Diputación de Córdoba, han destacado el potencial del sector en la comarca y han presentado el proyecto de recuperación de un cultivo de la vid, que fue importante en el pasado en la zona pero que desapareció progresivamente a partir del siglo XIX. 

La comarca “tiene las variedades, los suelos y un paisaje excepcional para el desarrollo de una viticultura singular”, han destacado los expertos durante la jornada, que se ha celebrado en la finca experimental de la Fuente de la Calera, ubicada en el entorno del Puerto Calatraveño, con una asistencia limitada a 45 personas.

El profesor titular director del Departamento de Agronomía, Biotecnología y Alimentación de la Universidad Pública de Navarra, Gonzaba Santesteban, ha explicado el proceso de identificación genética de las muestras de variedades locales y únicas de Los Pedroches recopiladas en la comarca por Francisco Javier Domínguez, impulsor del proyecto y ha señalado que «el hallazgo de distintas variedades locales junto a otras rarezas como la heben ofrece una oportunidad para desarrollar un viñedo diferenciado en un espacio de gran belleza y biodiversidad”.  MÁS INFORMACIÓN

Recogida de la uva en una finca de Córdoba.
Recogida de la uva en una finca de Córdoba. / EFE / SALAS

Santesteban ha explicado que el camino de recuperar el viñedo en una comarca como Los Pedroches es lento pero “muy ilusionante” y ha señalado que sería una buena estrategia comenzar con pequeñas plantaciones para luego ir generando una cultura de cultivo que actualmente está prácticamente perdida.

Francisco Javier Domínguez, impulsor del proyecto, ha contado cómo comenzó esta aventura y cómo ha sido el proceso desde que comenzó con los estudios históricos y geográficos del viñedo en Los Pedroches hasta que contactó con la Universidad Pública de Navarra para realizar los análisis genéticos. A partir del descubrimiento de ocho perfiles autóctonas de vid, empezó el proceso para regularizar dos de las primeras variedades, las más viables, y la plantación de un viñedo en régimen experimental en la sierra.

“En sólo dos años hemos recuperado una parcela que era monte y olivar perdido, hemos enmendado el suelo y ya tenemos los primeros racimos, es una ilusión enorme poder contribuir a recuperar un paisaje cultural perdido”, ha explicado Domínguez.

El alcalde de Alcaracejos, José Luis Cabrera, ha sido el encargado de abrir el acto junto al diputado delegado de Cohesión Territorial, Juan Díaz, y al presidente de Adroches, Santiago Ruiz. “Tenemos una nueva oportunidad que es compleja por la normativa que rige el viñedo, pero todo suma y estamos dispuestos a respaldar esta iniciativa para diversificar nuestro paisaje y hacer viables muchas parcelas que actualmente son inviables para casi todo tipo de usos y que podrían ser viñedo”, ha señalado Santiago Ruiz. Por su parte, Juan Díaz ha expresado que la naturaleza del proyecto “puede ser el acicate para que haya quienes se animen a plantar viñas y recuperar una tradición y una práctica agrícola de la que no queda memoria”.

Para José Luis Cabrera, “es un privilegio que sea nuestro municipio sea el lugar de la comarca donde se enmarca esta aventura”. Cabrera ha destacado que esta iniciativa se suma a la apuesta de recuperación del patrimonio, cultural, natural y agrícola que el Ayuntamiento de Alcaracejos está desarrollando en el marco del proyecto Alcaracejos Mozárabe.

Cata y regularización de variedades

Los técnicos del Ifapa, Enrico Cretazzo, Pilar Ramírez y Juan Manuel León han explicado todo el proceso que se va a seguir con las variedades locales de vid después de la identificación genética que ha realizado la Universidad Pública de Navarra. Enrico Cretazzo ha señalado que este proceso puede durar cinco o seis años y que ya ha comenzado. Asimismo, ha explicado las distintas fases de recogida de muestras identificación genética, ampelografía, identificación de virus y patologías y documentación.

En una línea similar, Pilar Ramírez, ha desgranado cómo se ha afrontado este proceso en zonas como el Altiplano de Granada, donde se identificaron dos variedades locales que están a punto de ser regularizadas. Ramírez ha expresado que contar con variedades locales constituye un elemento muy importante para afrontar proyectos de viticultura diferenciados y que ofrezcan algo distinto al mercado.

De este modo, la jornada ha servido de escenario para presentar el primer vino de uva tinta de la variedad que se ha denominado provisionalmente como Amparo. La presentación ha sido desarrollada por Juan Manuel León, que ha destacado que el vino es un clarete por la tonalidad de las uvas que no llega a ser tinto.

“Su aroma es fresco afrutado de frutos rojos intensos, con toques tostados y minerales que lo hacen muy especial y diferente a otros vinos”, ha explicado León. Durante la jornada se ha puesto de manifiesto el carácter histórico del proyecto porque es la primera vez que se vinifica esta variedad con criterios técnicos profesionales del siglo XXI.