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Los empresarios de la construcción vaticinan que el impacto de la pandemia no será tan dramático en su sector

Constructor analiza en su ‘Panorama económico y comportamiento de la construcción 2019’ la incidencia del coronavirus en el mercado inmobiliario, la rehabilitación o la obra nueva

«Existen indicadores que permiten afirmar que el impacto de la pandemia no va a ser tan dramático como cabía esperar». Esta frase aparece reflejada en el informe Panorama económico y comportamiento de la construcción 2019, elaborado por la asociación de Empresarios de la Construcción e Infraestructuras de Córdoba (Construcor) y en el que se analiza la incidencia del coronavirus en un sector «clave» para la recuperación de la economía.

Es una sentencia que, sin duda, invita a la esperanza, teniendo en cuenta la aportación que el sector de la construcción hace a la economía cordobesa y, básicamente, de todo el país. Las consecuencias de la casi paralización de la actividad a raíz del estado de alarma, eso sí, son evidentes, y tampoco se pueden lanzar campanas al vuelo.

En su informe, Construcor detalla que se trata de la primera vez que se incluyen dos ejercicios «debido al impacto totalmente inesperado de la pandemia en la actividad económica», según explica el secretario general de la organización, Francisco Carmona. En el informe, se recuerda que en un principio los organismos internacionales «entendían que se trataba de un riesgo que no iba a afectar de forma determinante a la estabilidad de la economía global», aunque sí se advertía de las consecuencias para el turismo, un sector que se iba a ver afectado dada la restricción de la movilidad para evitar la propagación del virus.

Las estimaciones, reconoce Construcor, «habían infravalorado los riesgos y los daños que iba a generar la paralización de la práctica totalidad de los sectores productivos».

El escenario ‘precovid’

En su análisis, Construcor apunta que ya a principios de años se percibía una ligera desaceleración en cuanto a la edificación de viviendas. En 2019 la subida en los visados de obra había sido de un 3,3%, cuando los cuatro años anteriores habían registrado una media de crecimiento mucho más alta, de un 12%. 

Tampoco hay que olvidar que, ni mucho menos, el sector se había recuperado de la crisis económica de 2008. En este sentido, Construcor recuerda que existen todavía territorios «en los que el componente de la edificación residencial sigue estancado, en contraposición a la pujanza adquirida en otros en los que incluso se comienzan a percibir ciertos síntomas de agotamiento».

Aún así, el sector estima que será, precisamente, la edificación residencial una de las áreas mejor posicionadas para superar la crisis actual, siempre y cuando, advierte, se refuerce el sistema financiero con estrategias a largo plazo y se redefinan los parámetros que deben sustentar la colaboración público-privada. Sobre esto última, añaden que se trata del instrumento que «está llamado a adquirir un papel clave para dinamizar y acelerar los procesos, posibilitando la creación de alianzas que permitan canalizar la inversión privada en infraestructuras».

La rehabilitación

Construcor también destaca la importancia de la rehabilitación, una actividad que «cobrará una importancia destacada en los próximos años». En este sentido, detalla que los visados mantuvieron el ascenso progresivo que venían registrando desde 2014 con un avance interanual del 5%.

Mercado inmobiliario

El sector entiende que la incidencia de la actual crisis generada por la pandemia del coronavirus no va a ser tan incisiva como la efectuada por la anterior crisis económica aunque el mercado inmobilario, avisa, «sufrirá una corrección a la baja». Cabe recordar que el sector de la construcción recuperó la actividad laboral presencial durante el mismo estado de alarma. En Córdoba la tasa de paro en el sector era más baja en el segundo trimestre de este año que en el último del año pasado y que en el primero de 2020.

Sí se suspendieron los procesos de licitación y contratación, de la misma forma que se volvieron a acelerar a principios de junio. «Todo apunta a que el resultado no será tan negativo, ya que las administraciones públicas hicieron público su compromiso de incrementar la inversión en infraestructuras con el objetivo de compensar la profunda desaceleración en otros sectores clave de la economía, por su aportación al PIB, caso del comercio y el turismo», apunta el informe.

En Córdoba, la venta de viviendas registrada durante el primer semestre de este año es inferior a la del año pasado aunque la diferencia no es abismal. Pero serán los datos del tercer trimestre, apunta Construcor, los que permitirán hacer una valoración «más ajustada».

Licitación pública

Otra de las claves para la recuperación temprana del sector, según la organización, es la licitación pública. Sobre esto, Construcor recuerda que «comenzó a recuperarse en 2017, y sus cifras siguen estando muy alejadas de las de 2010». 

Descontando la licitación promovida por las corporaciones locales, en el período 2015-2019 la distribución territorial de la licitación refleja una acusada diferencia entre las distintas provincias, tendencia que «convendría corregir con la finalidad de que la vertebración y la cohesión territorial deje de ser una mera declaración de voluntad. En este sentido, buena parte de estos desequilibrios tiene su origen en una deficiente planificación y programación de las intervenciones, situación que se agrava en los supuestos de cofinanciación».

Córdoba es, precisamente, una de las provincias con la licitación pública más baja de Andalucía. Según los datos de Construcor, solo Jaén y Málaga registraron menos dinero por habitante en licitación pública en el periodo 2015-1019. En Córdoba fue de 407 euros por habitantes, mientras en Almería rozaba los 2.500.

Un futuro «incierto» a corto plazo

Las perspectivas sobre el comportamiento de la actividad del sector, y de sus distintos componentes, han sido superadas, más bien anuladas, por el impacto del virus. Las previsiones iniciales apuntaban una evolución que tendía a la estabilización una vez alcanzado el potencial de crecimiento, con ligeras oscilaciones al alza o a la baja, a tenor de los indicadores relativos a los visados de dirección de obra, que suelen anticipar el posible ritmo de la actividad a corto plazo.

«Este tránsito de la actividad hacia un escenario de mayor estabilidad en el ritmo de crecimiento se puede haber quebrado, si bien parece impredecible anticipar qué va a suceder ante un escenario tan confuso y plagado de variables, cuyo grado de incertidumbre es muy elevado. No obstante, y haciendo un complicado ejercicio de funambulismo, existen indicadores que permiten afirmar que el impacto de la pandemia sobre el sector puede que no sea tan dramático como cabía esperar en un principio», recoge el informe.