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Belalcázar inicia el proceso de redacción de un PGOU con el que crecerá industrialmente

El alcalde, Francisco Luis Fernández, confía en que el documento, que está presupuestado en 108.500 euros, pueda estar elaborado en un plazo de «tres a cuatro años»

Belalcázar ha iniciado el proceso para la redacción de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el que el Ayuntamiento busca, entre otros objetivos, un crecimiento y una ordenación del suelo industrial de la localidad. «El PGOU es un instrumento fundamental para que el pueblo pueda crecer, para que puedan venir empresas, para que crezcan las que ya están ubicadas aquí y para que podamos ofertar suelo industrial», detalla el alcalde de la localidad pedrocheña, Francisco Luis Fernández. «Hay empresas incluso que quieren ampliar instalaciones y que no lo pueden hacer porque no lo permiten las normas urbanísticas actuales», detalla.

El alcalde confía en que el documento, que sale a licitación con un presupuesto de 108.500 euros, pueda estar elaborado en un plazo de «tres a cuatro años. «En 2007 ya se aprobó inicialmente un PGOU, que se quedó en stand by y que tenía muchas lagunas y deficiencias», recuerda. El planeamiento actual del municipio se basa en el único documento vigente, la llamada Delimitación de Suelo Urbano (DSU), documento aprobado el 23 de junio de 1.987 por la Consejería de Política Territorial e Infraestructuras. Desde entonces se ha trabajado en varias ocasiones para actualizar este documento adecuándolo a la realidad actual y a las nuevas normas urbanísticas que se han ido publicando.PUBLICIDAD

Así, el 11 de mayo de 1992 se adjudicó la redacción del documento de normas subsidiarias de planeamiento del municipio de Belalcázar, en 1993 se tomó conocimiento de la entrega del documento de avance y en 1995 el pleno rechazó y retiró dicho documento. Luego, el 29 de enero de 2007 se aprobó inicialmente el Plan General de Ordenación Urbanística quedándose parada su tramitación.

En agosto de 2015, el servicio de Arquitectura y Urbanismo de la Unidad de Urbanismo de la Diputación de Córdoba elaboró el documento de Avance de identificación y delimitación de asentamientos urbanísticos y ámbitos de hábitat rural diseminado en Suelo No Urbanizable de Belalcázar, siendo aprobado definitivamente en sesión extraordinaria del Pleno del Ayuntamiento, el 10 de marzo de 2016. Más tarde, el día 25 de julio de 2019, se aprobó en Pleno el borrador del Plan General de Ordenación Urbanística, Memoria general y documento estratégico del mismo, para comenzar los trámites de evaluación ambiental estratégica ordinaria.

El resultado de todo ello es que el planeamiento general actualmente vigente en este término municipal se remonta a casi 35 años de antigüedad, lo que viene significando en el tiempo y con intensidad creciente un alejamiento de las propuestas y determinaciones del mismo respecto de las necesidades reales de la población.

«El escaso suelo para desarrollar de las actuales DSU y el desarrollo de la práctica totalidad del Suelo Urbano Consolidado ha propiciado la aparición de numerosos asentamientos anexos al núcleo urbano que alteran el volumen primitivo de ciudad, provocado entre otros factores por la falta de suelo industrial, por lo que se pretende generar dicho suelo para ubicar paulatinamente en él las actividades nocivas, molestas o peligrosas existentes en el núcleo más residencial, y dar respuesta a la demanda existente», reza la Memoria Justificativa que acompaña al documento de licitación de la redacción del PGOU. Según dicha Memoria, uno de los restos del planeamiento será la ordenación de los problemas de borde que han ido surgiendo por este crecimiento incontrolado, a la par que generar suelo industrial para ubicar paulatinamente en él esas  «actividades nocivas, molestas o peligrosas existentes en el núcleo más residencial».

La Memoria resalta asimismo que las necesidades residenciales parecen actualmente cubiertas con la oferta existente en el núcleo que, debido a la perdida progresiva de población, propicia la existencia de un stock sobrado de vivienda. «No obstante, existen aún vacíos interiores de manzana que podrían admitir un desarrollo urbanístico», incide.

El documento refiere también que la propuesta de este planeamiento se basa en la necesidad de realizar la puesta en valor de la trama urbana y la edificación tradicional que la integra, fomentando su recuperación y rehabilitación, y reutilizando aquellas edificaciones de mayor valor patrimonial, para la reactivación de su centro histórico.

En el apartado de Suelo no Urbanizable, el documento destaca las numerosas parcelaciones ilegales que han deteriorado el paisaje rural y complicado el futuro urbanístico de posibles áreas de expansión del municipio. «Se hace necesario controlar los crecimientos desordenados que se están produciendo en los límites del núcleo urbano, que a su vez viene derivado de la no disponibilidad de nuevo suelo industrial para atender las necesidades del municipio», insiste.

El documento destaca que el municipio cuenta con varios entornos urbanos de gran interés entre los que  sobresalen la Villeta de Santa Clara, donde destaca el Bien de Interés Cultural del Convento de Santa Clara, «uno de los más destacados de la provincia»; y muy especialmente el entorno de la Fuente del Pilar, la Noria y el Castillo del Gahete, Gafiq o de los Sotomayor y Zúñiga, «que, con su torre del homenaje más alta de la península, está siempre presente en el paisaje de la villa». Hay otros entornos destacados como el de la plaza de la Constitución donde se encuentran edificios como la Casa de la Cultura, el Ayuntamiento y la parroquia de Santiago el Mayor.

El catálogo de edificios protegidos de la aprobación inicial de 2007 contempla 10 inmuebles con protección integral, 16 inmuebles con protección estructural y dos con protección ambiental; estando algunos de ellos declarados BIC e inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz y en el Estatal.