Debate de la PAC: Andalucía reconoce haber dado un cambio de 180 grados a su favor en la negociación y pide un ecoesquema para el olivar tradicional
La consejera andaluza de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha reconocido que tras la negociación ya del 75% de la nueva PAC, Andalucía ha conseguido «dar la vuelta a ese cambio de 180 grados que quería llevar a cabo al principio el Gobierno central», mientras que, de cara al 25% restante, vinculado a los ecoesquemas, ha defendido este martes 2 que el olivar tradicional sea un considerado como un ecoesquema en sí mismo, dadas las características de sostenibilidad de un cultivo que, entre otras aportaciones ambientales, ejerce como “sumidero de CO2”.
Entre otros logros del 75% negociado hasta ahora, y donde se ha dado ese cambio de 180 grados ,se ha referido al programa sectorial del olivar tradicional demandado al Ministerio por «el Gobierno, las organizaciones agrarias y las cooperativas de Andalucía», y que, actualmente, «va por buen camino»; al reconocimiento del agricultor ‘pluriactivo’ como beneficiario de las ayudas de la PAC, circunstancia que evitará que numerosos agricultores de la Sierra de Cádiz dejen de recibir fondos en el próximo marco. Asimismo, la consejera ha recordado que se ha conseguido mantener los derechos, que la convergencia sea «paulatina y no acelerada», y que las regiones productivas no bajen de 10 como inicialmente proponía el Ejecutivo nacional.
Carmen Crespo, que acudió a un acto para amadrinar los aceites de oliva de la campaña 2021-2022 de la Sierra de Cádiz, en un acto celebrada en Olvera, ha destacado que el 25% que aún queda pendiente de negociar en la PAC se corresponde a «los ecoesquemas».
“Nos ofrecen ocho regiones ecosistémicas, que no representan la biodiversidad agrosistémica de España ni de Andalucía”, ha lamentado la consejera, que ha reiterado su petición de elevar este número de regiones a 20, igual que las regiones productivas..
El Gobierno andaluz, ha explicado, defiende que “el olivar tradicional sea un ecoesquema ‘per se’” dadas las características sostenibles de un cultivo que, entre otras aportaciones ambientales, ejerce como “sumidero de CO2”.