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El Castillo de Belalcázar, en el ‘top ten’ de los más bellos de España según National Geographic

Es el único andaluz, junto con el de La Calahorra, en Granada, que ha conseguido clasificarse en el codiciado ranking

En España hay más 10.000 castillos pero Viajes National Geographic tiene claro cuáles son sus favoritos. Tan sólo ha incluido dos fortalezas andaluzas entre los 10 más bellos del país, pero afortunadamente el Castillo de Belmez ha logrado ‘colarse’ en el codiciado ranking. El otro andaluz es el Castillo de la Calahorra en Granada. 

Así pues la selección está compuesta por:

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Un grupo de visitantes en el Castillo de Belalcázar.
Un grupo de visitantes en el Castillo de Belalcázar. / Sánchez Ruiz

Castillo de Peñíscola (Castellón)

Castillo de Bellver (Palma)

Castillo de Santa Bárbara (Alicante)

Castillo de Loarre (Huesca)

Castillo de Trujillo (Cáceres)

Castillo de la Calahorra (Granada)

Castillo de Tossa de Mar (Girona)

Castillo de Olite (Navarra)

Castillo de Belmonte (Cuenca)

El portal especializado en viajes destaca que la construcción cordobesa está «en el municipio de Belalcázar, en una ubicación estratégica entre Toledo, Sevilla y Córdoba» y que «se le conoce por diferentes nombres (Castillo de Belalcázar, Castillo de los Sotomayor y Zúñiga o Castillo de Gafiq o Gahete) y por ser el castillo que alcanza mayor altura de toda España«. Y añade: «En concreto, la torre del homenaje tiene 47 metros de altura y parece un periscopio capaz de controlar todo el territorio. Data del siglo XV y se construyó sobre los restos de una fortaleza romana y posteriormente musulmana». 

El monumento data del siglo XV y se construyó sobre los restos de una fortaleza romana, que se completó con posterioridad en época musulmana. De hecho, aún subsiste un importante testimonio en la cerca exterior, que permaneció como primera línea de muralla con torres albarranas sobre el arroyo Caganchas.

En tiempos perteneció a los condes de Belalcázar, que fijaron allí su residencia y ejercieron de mecenas de la arquitectura y promotores del gótico tardío en la provincia. 

En el interior de este recinto, y en la zona más elevada del montículo, se erigió el Bello Alcázar que bautizó  a la villa, y que data de la segunda mitad del siglo xv.

Su construcción fue auspiciada por Juan II, que cedió estas tierras a Gutierre de Sotomayor, Maestre de la Orden de Alcántara, a quien levantar castillo. Las obras arrancaron en la segunda mitad del siglo xv. Su fin último fue convertirse en la la residencia de los condes de Belalcázar, quien por entonces eran señores feudales del territorio. 

Al margen de su valor artístico y patrimonial, y de su carácter defensivo y de vigía que marcaría la historia de la localidad cordobesa, también ejerció una influencia definitiva en el topónimo del pueblo, que proviene de la expresión «bello alcázar».

Seis siglos después de su edificación y de largos periodos de saqueo, guerras y deterioro propio de la erosión de los agentes naturales, fue adquirido por la Junta de Andalucía en 2008, que acometió labores de restauración y puesta en valor del mismo entre 2018 y 2019. 

Igualmente, es reseñable el hecho de que, adosado a la fortaleza, en el siglo XVI (1539) se levantó un palacio renacentista bajo la supervisión de Hernán Ruiz I y ejecutado por un maestro local. El palacio bordea el ángulo desde la torre del homenaje y tiene una fuerte simbología de carácter humanista. Actualmente está en estado ruinoso, si bien el visitante puede recrearse contemplando las galas platerescas que embellecen los marcos de sus ventanas y que recuerdan mucho a las de la sacristía de San Juan Bautista en Hinojosa del Duque.