Villanueva de Córdoba recibe a lo grande a la Virgen de Luna con motivo de Pentecostés
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La Virgen de Luna ya está en Villanueva de Córdoba después de que la localidad recuperará su romería del lunes de Pentecostés tras dos años de ausencia por la pandemia del Covid-19. Un día grande para el municipio que se respiró desde primera hora del día con la partida de la Cofradía hacia el santuario de la Jara y también de toda la ciudadanía que se desplazó para disfrutar de este día de romería, que se celebró un día después de que P ozoblanco dejara a su patrona en su santuario.
La romería fue precedida por el tradicional rosario de antorchas que se celebró en la noche del domingo en el entorno del santuario, en plena dehesa de Los Pedroches, un enclave mágico que comparten ambos municipios bajo la devoción a la Virgen de Luna
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A pie, en autobús o en carroza, fueron miles los jarotes que se desplazaron hasta las inmediaciones de la ermita para recoger a la Virgen de Luna y, posteriormente, emprender el camino de vuelta a la localidad, que desde hacía días lucía engalanada para abrir los brazos y acoger a la Virgen de Luna.
Antes de eso, la Cofradía cumplió cada una de sus tradiciones y rituales incluida la Eucaristía, que se celebró por primera vez detrás de la ermita con una parte entoldada para sofocar las altas temperaturas, el motivo por el que se optó por el cambio de ubicación ya que la misa se celebra en la zona de la casa de Hermandad.
Una de las imágenes más vistas durante la mañana fue la búsqueda de alguna sombra y la del movimiento de abanicos. La misa contó con la actuación del Coro Romero Nuestra Señora de Luna de Villanueva de Córdoba. Destacó también la presencia de carrozas con el concurso convocado para animar a la población a acudir de esta forma a la romería y que contó con la participación de hasta ocho carrozas debidamente adornadas y que dieron color y animaron el camino.
Con un manto azul y dorado, la Virgen de Luna fue sacada de su santuario destacando también la ornamentación floral que embelleció una imagen que ya por la tarde emprendió el camino de regreso hacia Villanueva de Córdoba. Diez kilómetros que se cubrieron para vivir uno de los momentos más mágicos del Lunes de Pentecostés para cualquier jarote, la llegada de la Virgen de Luna a la localidad, el encuentro cuando el día ya se hace noche donde la fe y la devoción se hacen más evidentes en un año, además, muy especial.
A la recuperación de la romería tras esos dos años de suspensión por la situación sanitaria hubo que sumar el hecho de que este año se haya celebrado con el nombramiento de la Virgen de Luna como alcaldesa perpetua de Villanueva de Córdoba.
